(Jose Gautier Benitez)
Sol espléndido y radiante
en la ancha esfera sujeto,
no te pregunto el secreto
de tu esplendor rutilante,
ni por que nube distante,
tiñes de ópalo y rubí,
pero perdóname si
te pregunto en mi querella
si estará pensando en mi,
como estoy pensando en ella.
Luna, brillante topacio
que, entre nebuloso tul,
cruzas la techumbre azul
de las salas del espacio,
si se fijaron despacio
sus bellos ojos en ti.
Y si la miraste, di
si estaba doliente y bella,
si estaba pensando en mi,
como yo estoy pensando en ella.
Mar inmenso que te agitas
sobre su lecho de arena
y que ora en bonanza plena
tus olas no precipitas,
tu que bañas las benditas
riberas donde viví,
los sitios donde la vi
tan pura, tan dulce y bella,
responde si piensa en mí,
como estoy pensando en ella.
Brisa que acaso pasando
jugaste con su cabello,
tú que besaste su cuello
su mejilla acariciando,
y que luego murmurando
te fuiste lejos de allí,
si eres la misma que aquí
pasas sin dejar tu huella,
responde si piensa en mí,
como estoy pensando en ella.
Noche apacible y serena,
por más que te cause enojos,
que sean más bellos sus ojos
y más negra su melena,
presta un consuelo a mi pena
ya que sufriendo viví,
y pues no llega hasta aquí
el resplandor de esa estrella,
responde si piensa en mí,
como estoy pensando en ella.
Nubes que en blanco celaje
bordáis el manto del cielo
cual aves que alzan el vuelo
sobre el inmenso paisaje,
decidme si en vuestro viaje
lejos, muy lejos de aquí,
llegasteis a verla, y si
respondéis a mi querella,
Si estaba pensando en mi,
como estoy pensando en ella.
Sol y luna, mar y viento,
nubes y noche, ayudadme,
y en vuestro idioma contadme
si es mío su pensamiento.
Si es igual su sentimiento
a este que mi pecho hiere,
decid si mi amor prefiere
a la calma que perdió.
Decidme, en fin, si me quiere
lo mismo que la amo yo. |